Maria Cosmes. Entre dos. Le lien est rouge
         

 

Entre dos (2007), una performance de cariz intimista, pensada para ser realizada por Maria y un voluntario de sexo masculino, crea una situación cotidiana entre ambos participantes, una cita, un encuentro, una relación no se sabe si corta o larga, si empieza o no… Mientras se produce el encuentro, se van pegando unas uñas postizas, con la ayuda del compañero y se produce la narración de una historia que es inaccesible para los asistentes, hasta que quedan unidas sus uñas rojas por hilos rojos. La imagen de sus manos unidas por esos sutiles hilos de color moviéndose poco a poco genera una imagen de una carga sexual intensamente ambigua.

La despedida es una ruptura, en esta ocasión amistosa. Encontramos nuevamente temas recurrentes, relaciones, acercamiento y alejamiento, aquella violencia de la cual hablaba antes. El acto de cortar las uñas es un acto corriente, pero en este contexto se convierte en algo violento. Lo que se ha unido al inicio, se corta y se invierte después, con una cierta impudicia, al invadir la intimidad del otro cuando le corta uñas, acto banal pero ciertamente muy privado. Al final, solo quedan sobre la mesa los trozos de uña de ambos unidos por los hilos rojos, los restos de aquella relación.

Otro aspecto a destacar es la doble lectura, formal y conceptual, de la disposición física de las personas y de los elementos en esta performance: Maria y su colaborador sentados a ambos lados de una mesa mientras el resto de la audiencia está más alejada. Un vídeoproyector conectado a un cámara junto a la mesa permite ver en detalle el sutil juego entre ambas personas, que se desdoblan para el público en dos imágenes: su relación de intimidad a tamaño real desde la lejanía y el detalle ampliado de sus manos sobre la mesa. A pesar de ello, saben que en ningún caso están captando realmente la esencia de lo que sucede en la mesa: juegos de miradas, conversaciones en voz queda. En definitiva, una paradoja: múltiples puntos de vista para conseguir una visión incompleta de la realidad.

En Le lien est rouge (2003-2004), en la misma línea de performances íntimas, se establece un vínculo de persona a persona, del que me gustaría remarcar las connotaciones de impureza y peligro en el contacto, de miedo y de deseo, una intensa tensión de carácter sexual y los frágiles pero poderosos vínculos establecidos entre personas, que se enredan, que se acercan o que huyen, unidas por los hilos rojos que dejan ir y recuperan desde sus bocas.



Carlos Pina
Comisario independiente
director de eBent, festival internacional de performance de Barcelona (2003-2010)
febrero 2013