¿Y los hizo a semejanza suya? (2009)
( 2009. Cercoacción, Zaragoza )
La tradición académica creía en la existencia de un cuerpo perfecto sujeto a unas proporciones estrictas que era posible determinar de manera matemática. Los modelos ideales fueron la búsqueda de la semejanza con la divinidad reflejo del cuerpo de Cristo y las estatuas de los héroes y los dioses de la Antigüedad. Los modelos han ido cambiando a lo largo de varios siglos pero su tiranía absurda y empobrecedora para las mujeres y los hombres reales ha permanecido.
Un combate mítico se libra en nuestros cuerpos concretos, sobre nuestra carne convertida por obra de un imaginario sádico y políticamente interesado en una masa informe que sufre en silencio sus golpes y rechazos.
“Quien bien te quiere te hará llorar”